miércoles, 5 de enero de 2011

A Microsoft y Apple no les gusta el porno

(publico.es)  Los fabricantes crean dispositivos, pero el uso que se hace de ellos lo decide el consumidor. Microsoft dio una lección de tolerancia con Kinect, su sistema para jugar sin mandos en la consola Xbox 360, cuando un grupo de programadores lo hackeó apenas unas horas después de ponerse a la venta, y la compañía hizo público que no emprendería acciones legales contra ellos. Ese hackeo permitía, entre otras cosas, ampliar las posibilidades del dispositivo conectándolo a un ordenador y trabajar así con diferentes aplicaciones. Pero lo que se plantea como un accesorio perfecto para controlar el ordenador con el cuerpo también puede tener otros usos, y esos no son tan bienvenidos en Microsoft.Más

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